Los cables de fibra óptica contienen una o más fibras ópticas de vidrio, que transfieren señales de datos digitales en forma de luz. Las fibras ópticas están recubiertas con una capa exterior, que está hecha de un material fuerte y flexible, generalmente de poliuretano o PVC, junto con una protección de Kevlar. Hay 2 tipos de cables de fibra óptica, el Cable de Fibra Monomodo (SMF) y el Cable de Fibra Multimodo (MMF). El modo simple tiene un mayor ancho de banda que la fibra multimodo, por lo que es aconsejable para distancias mayores. Multimodo le ofrece un gran ancho de banda a altas velocidades, pero funciona mejor a distancias medias o cortas.
Los cables de conducción son cables subterráneos, que pueden ser conducidos por un conducto o enterrados directamente en el suelo. Existen varios tipos de protecciones para este cable, como la protección contra roedores o la doble protección. Los cables de conducción están hechos para resistir ambientes severos y normalmente se conducen por tracción o por soplado.
El cable de fibra óptica ADSS (All-Dielectric Self-Supporting) es un cable no metálico que soporta su propio peso sin el uso de cables de amarre o de mensajeros. La instalación se realiza en una sola pasada, haciendo de ADSS una forma económica y sencilla de construir una red de fibra óptica.
Los cables de microducto tienen una baja protección mecánica con diámetros más pequeños, por lo que pueden instalarse en microductos. Son flexibles, fáciles de manejar y su instalación se realiza por soplado.
Un cable riser o cable de red troncal es un cable que se pasa entre pisos en áreas sin relleno. El cableado vertical se utiliza para aplicaciones de bandejas verticales, tales como cables que pasan entre pisos a través de elevadores de cables o en los huecos de los elevadores. Estos cables deben evitar que la llama suba por el cable. En Europa, la instalación de estos cables debe cumplir con la RCP específica.